No es lo mismo hidratar que lubricar la vagina. Deberemos hidratar o lubricar nuestra vagina dependiendo de lo que queramos mejorar en cada situación.
Los lubricantes son muy conocidos para mejorar las relaciones sexuales, y es para eso para lo que los deberemos utilizar. Los lubricantes nos ayudaran en situaciones en los que la fricción en la vagina sea molesta, o sea en las relaciones sexuales. Estos lubricantes deberán ser de base acuosa, para que realmente no produzcan efectos colaterales indeseados.
Los hidratantes los utilizaremos cuando queramos tratar o mejorar la sequedad vaginal, pero no solamente en las relaciones sexuales. Estos hidratantes serán muy útiles por ejemplo en la menopausia, en la que el tejido vaginal sufre cambios, o después de situaciones que han dado como lugar una sequedad del tejido, o una “atrofia”. Estos hidratantes se suelen utilizar unas 2 veces por semana, y serán muy útiles para mejorar el tejido. Aunque no debemos olvidar la hidratación general de nuestro tejido, bebiendo entre 1’5 l y 2 l al día, ya que sin ese aporte de agua será mucho más fácil tener sequedad.
¿Cuál es tu caso? Si no estás segura, puedes visitar a tu ginecólogo o fisioterapeuta de suelo pélvico y exponerle tus dudas; él te ayudará a decidir qué producto es el mejor para ti.
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