Nuestro concepto de sexualidad y nuestra forma de vivirla está condicionado por todas las experiencias sexuales que hemos acumulado a lo largo de nuestra vida. Así pues, entendamos la sexualidad como algo que evoluciona y nos acompaña a lo largo de todo nuestro ciclo vital. Los prejuicios, las expectativas, el autoconocimiento de nuestro cuerpo, las primeras relaciones, el contexto cultural en el que vivamos, el tipo de información recibida…, estos elementos van a ser cruciales para que evolucione de un modo u otro. Todo lo que vamos aprendiendo de
nuestro entorno y a través de nuestras experiencias va a nutrir nuestro “yo sexual”. ¡Aprendamos pues aspectos constructivos que a menudo pueden mejorar nuestra vivencia de la sexualidad!
¿Sabías que la respuesta sexual humana, en situación de normalidad, se caracteriza por una serie de fases consecutivas? Lo descubrieron Masters y Johnson en los años 60, y es muy útil para comprender muchas de las disfunciones que a menudo encontramos en consulta y suelen ser de fácil solución.
Fase de deseo
Debe haber un estímulo que provoque una respuesta en el cuerpo para pasar de un estado sexualmente neutro al de sexualmente receptivo o activo. Ese estímulo puede ser autoinducido por nuestra mente, capaz de imaginar y fantasear, o ser respuesta al estímulo de nuestros sentidos. El interés sexual puede verse disminuido por motivos hormonales como el posparto o la menopausia, y también por experiencias previas negativas.
Fase de excitación
Una vez conseguido el estado sexualmente
receptivo del cuerpo, con un estímulo sexual adecuado, empieza la excitación. En esta fase, se producen cambios corporales que provocan la erección del pene, clítoris y pezones, de modo que se propicia el aumento de sensibilidad para que cualquier estímulo sea cada vez más placentero. A pesar de que tanto hombres como mujeres tenemos en nuestros cuerpos d
opamina (responsable del amor romántico) y testosterona (responsable del deseo sexual), los hombres suelen tene
r niveles superiores de testosterona y las mujeres de dopamina, motivo por el que a menudo nos mueven intereses distintos.
El hecho de que a lo largo del acto sexual estemos siendo capaces de focalizar nuestra atención en el placer físico ayuda a que el nivel de excitación aumente por momentos. La excitación necesaria para llegar al orgasmo se verá entorpecida si sufres algún dolor o tienes preocupaciones que desfocalizan tu atención del acto sexual.
Fase de orgasmo
El orgasmo es una sensación intensa de placer provocada por la secreción de serotonina, oxcitocina y dopamina, acompañada de contracciones rítmicas de los músculos perineales, órganos reproductores y la eyaculación. La mujer puede sentir uno o más orgasmos en el mismo acto sexual, y esta sensación debería ser placentera siempre. Puede no ser así si viene acompañada de algún dolor o se produce una
dificultad para llegar a esta fase.
A menudo, no se ha producido una correcta etapa de excitación. Otras veces, un atrapamiento del nervio dorsal podría estar provocando dolor, entre otras muchas razones. Vale la pena consultar a un experto para poder determinar qué está ocurriendo y resolverlo.
Fase de resolución
En condiciones ideales, se trata de una fase placentera en que la secreción de serotonina propicia la sensación de bienestar y relajación. A pesar de ello, hay quien no puede realmente disfrutar del momento por el hecho de vivir sentimientos negativos (culpa, vergüenza, preocupación…) o percibir sensaciones físicas como dolor, quemazón, ardor, sensación de infección de orina…, que pueden prolongarse unas horas e incluso días. Estas molestias pueden ser causadas por alguna lesión en la entrada de la vagina o en la mucosa, o por una inflamación de tejidos del sistema urinario que son colindantes a la vagina. Vale la pena resolver estos problemas: es una fase tan importante como las anteriores, ya que va a quedar en la memoria de esa persona y va a condicionar también las futuras relaciones sexuales.
Nuestra sexualidad es cambiante, va evolucionando en cada cual a medida que aprendemos y maduramos. Existen épocas en la vida de las personas como son el posparto, la menopausia, las cirugías de próstata… que provocan sacudidas al patrón preestablecido y nos invitan a reaprender, reinventarnos para que el “yo sexual” siga creciendo.
Nuestro deseo es que todos y todas poda
mos sentirnos libres de pedir ayuda cuando identifiquemos que nuestra sexualidad está alterada. En RAPbarcelona estaremos siempre a tu disposición para que tu vida sexual sea la mejor que puedas tener. Es la que te mereces.
Estaremos encantadas de hacerte una primera visita de valoración. Puedes clicar el enlace o llamar al 93 458 23 41.