Cada vez más y más personas se interesan por la meditación, pero ¿qué es la meditación? En occidente se ha puesto muy de moda el mindfulness, pero se simplifica entendiéndose como conseguir atención plena, para obtener una mejora de la concentración y la atención. Sin embargo la meditación es mucho más que una simple práctica que te lleva a vivir el presente y quedarnos sólo con eso nos lleva a construir una idea errónea, simplificada y empobrecida de lo que es la Meditación.
El estado del Ser se basa en el paradigma de que nuestra esencia, nuestra mente, en su estado natural, es de quietud y calma. Sin embargo, la mayoría de nosotros vivimos más en estados de miedo, culpa, ira, tristeza. Lo que ocurre con la Meditación es que cuando nuestra mente aligera estas cargas entra, de forma automática, en su estado natural, el de quietud y calma. La práctica de la meditación, transforma nuestra mente y nos enseña cómo podemos aliviar esas cargas emocionales. Por tanto, la finalidad última de la Meditación es reconectarnos con el estado del Ser natural.
En occidente no hemos aprendido cómo relacionarnos con nuestra mente. Normalmente es la mente la que nos dirige, en lugar de dirigirla nosotros a ella. Muchas personas viven estresadas y eso les apresa en la mente “de mono”, una mente que salta de un pensamiento a otro y vive agobiada por la supervivencia.
Hoy en día sabemos que la mente tiene el potencial de crear la realidad. Una mente densa, llena de pensamientos y emociones negativas, creará una realidad difícil, con muchos problemas y dificultades. Con la práctica regular de la meditación empiezas a conocerte a ti mismo y a conseguir que tú seas quien mande sobre tu mente.
La meditación es una herramienta que se puede utilizar en las áreas donde tengamos mayor dificultad, dándonos modelos y estructuras mentales y emocionales más sanas que permiten el fluir y el desbloqueo en las mismas. Estas áreas pueden ser:
- Salud
- Trabajo
- Dinero
- Sexualidad
- Relaciones personales
Actualmente numerosos estudios científicos ya están demostrando beneficios mentales y físicos de la meditación; y es que este tipo de prácticas mejora la resistencia al estrés, la salud cardiovascular y la respuesta inmunitaria. También se ha demostrado que la meditación preserva la integridad de ciertas zonas del cerebro al envejecer y mejora algunas de sus funciones como, por ejemplo la atención. Así que sin duda meditar beneficia el bienestar general, promueve un envejecimiento más saludable y reduce la percepción del dolor y la enfermedad.
El sentido último de la meditación es la estabilización de la felicidad, pero una felicidad profunda, duradera, que se conseguirá a través de la maduración y transformación de la mente y de la persona. Es decir a través de cambios neurobiológicos, fisiológicos, emocionales y mentales que se producen con la práctica regular de la meditación.
Todos tenemos la capacidad de desarrollar ese estado de confianza interna y felicidad, sólo necesitamos el método ( que es lo que enseñaremos en los grupos semanales de meditación) y la práctica o el entrenamiento del mismo.
Practicando un poco, pronto se convierte en un hábito fácil y natural, que nos recompensa generosamente.
