In consejos, Fisioterapia, suelo pélvico

El motivo de este post es la indignante noticia de los abusos sexuales perpetrados por un fisioterapeuta mientras ejercía su profesión. Desde RAPbarcelona, como centro que trabajamos específicamente el área del cuerpo que puede sufrir este tipo de abusos, nos preocupa enormemente esta noticia. Por esto te queremos compartir las siguientes 5 pautas que seguimos para que tú puedas estar tranquila o tranquilo cuando tu, o un familiar tuyo, deba realizarse un tratamiento de fisioterapia en un centro como RAPbarcelona:

1.- Profesionales y centros debidamente acreditados.

Parece una obviedad, pero cada vez más sufrimos intrusismo en todas las profesiones. Como paciente tienes diferentes maneras de saber si el Fisioterapeuta que te trata está colegiado. Para ello, puedees entrar en la web del Colegio de Fisioterapeutas de la comunidad, introducir el nombre o apellido del profesional, y allí te aparecerá su número de colegiado, garantizándote no sólo de que es Fisioterapeuta, sino que también tiene un seguro de responsabilidad civil. En Catalunya, accede en el siguiente link (http://www.fisioterapeutes.cat/professionals/index.asp?id=1).

El centro en el que te trata deberá estar también acreditado. Deberá disponer de la licencia del ayuntamiento y la comunidad autónoma en la que se ubique. En los centros suelen haber unas placas en las que aparecen estas certificaciones, o el logotipo del colegio de fisioterapeutas, que reconoce que es un centro legal y acreditado.

2.- Información en todos los procedimientos. 

Siempre que vayas al Fisioterapeuta, tanto a realizarte una valoración como un tratamiento, éste deberá explicarte qué es lo que va a realizar y darte una razón de por qué lo hace. Esto será especialmente importante cuando el tratamiento implique trabajar en la zona genital, para que tengas confianza sobre lo que te está realizando. Pero también es muy importante para que el tratamiento funcione y entiendas que es lo que ha causado la patología y qué puedes hacer para mejorarla o solucionarla, sin volver a caer en actividades o situaciones que puedan hacer que vuelvas a sufrirla.

3.- Consentimiento informado verbal y escrito

El fisioterapeuta debe explicarte verbalmente todas las técnicas que pretende realizar, el por qué, y los efectos secundarios que éstas puedan tener. En procedimientos invasivos, como puede ser el tratamiento de suelo pélvico, deberás recibir esta información de forma oral y escrita, y firmar un documento de consentimiento informado. La existencia de este documento se basa en el fin de protege a ti y al fisioterapeuta de posibles malos entendidos o de pasar por alto información relevante para el paciente. No te preocupes, porque aunque hayas firmado ese documento, tienes la posibilidad de revocarlo en todo momento.

El consentimiento informado te lo facilitará tu fisioterapeuta (siempre el sanitario, no un administrativo), y estará firmado por ti y por él. En RAPbarcelona te ofreceremos los consentimientos no sólo en consulta, sino que próximamente los tendrás colgados en nuestra web.

4.- La última palabra la tienes tú, SIEMPRE

En cualquier momento puedes decidir rechazar una técnica o tratamiento aunque te hayan explicado previamente que tiene interés para tu caso. Por ejemplo, si no quieres que se te trate con tratamiento intracavitario, hay otras técnicas a nivel externo que también te pueden ayudar en el tratamiento, e incluso quizá más adelante, decidir si estás de acuerdo en que se te apliquen esas técnicas que implican terapia manual en la zona genital (aunque a veces esto implicará que el tratamiento se alargue, o no tenga una efectividad óptima para tu problema).

No aceptes técnicas o situaciones que no te parecen oportunas porque te sientas que tú desconoces ese tema. No te sientas forzado a hacer nada que en ese momento no te apetezca, el sanitario debe saber adaptarse a tus circunstancias y darte siempre la libertad de decidir sobre tu cuerpo. Pregunta sin tapujos el porqué de cada cosa, y si no lo ves claro, di NO.

Quizás el primer día en que te explican cómo es el tratamiento que se te propone, no quieras tratarte, y prefieres pensártelo o posponerlo. Estás en todo tu derecho y el fisioterapeuta no se molestará, lo comprenderá.

Igualmente, puede que más adelante cambies de idea y decidas que SÍ quieres una técnica que en un inicio rechazaste. No habrá ningún problema.

Tu palabra y tus decisiones son siempre lo más importante, por eso es vital que estés informado sobre todo lo relacionado con tu tratamiento y valoración.

5. – Rigurosidad en la higiene

Cualquier tratamiento sanitario debe ser realizado garantizando medidas de higiene que protejan tanto al paciente como al terapeuta. En el caso de los tratamientos del suelo pélvico éstas medidas de protección implican siempre el uso de guantes desechables (de látex, nitrilo u otros materiales). Nunca estará justificada la terapia manual en la zona genital sin guantes.

 

Si aún te quedan dudas sobre el tema, no dudes en preguntarnos. Queremos que te sientas segura/o y que conozcas y te informes de todos tus derechos.

¡Hasta pronto!

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