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¿Qué es?

Es una terapia manual que, mediante la estimulación de unos puntos reflejos situados en los pies y que corresponden a todas las partes del cuerpo, se estimula la homeostasis (la facultad de autorregulación latente del cuerpo) y ayuda a crear un estado ideal para un funcionamiento más eficiente de nuestro organismo, tanto a nivel físico, mental y emocional.

Mediante unas ligeras presiones y movimientos concretos en estos puntos reflejos, se accede a la totalidad del cuerpo, glándulas y órganos a través de la red de  terminaciones nerviosas y energéticas. Su estimulación ayuda a que la energía fluya libre y a la eliminación de los residuos tóxicos que, por la ley de la gravedad, descienden hasta los pies. Esto permite la libre circulación energética vital en todo el organismo y el retorno a la normalidad del funcionamiento del órgano vinculado a cada zona refleja.

El objetivo de la reflexología es lograr la generación, el equilibrio, y la armonía de la energía de nuestro organismo, y también fomentar la paz interior que nos limita emocionalmente.

La reflexología no cura, eso sólo puede hacerlo el cuerpo, pero lo que hace es facilitar y promover esa autocuración.

Origen

Se cree que las raíces de la reflexología o terapia de zonas reflejas se remontan al antiguo Egipto por unos escritos que aparecieron en la tumba de un médico egipcio llamado Ankhmahor y que datan del año 2500 a.c. A lo largo de los años se han venido practicando y desarrollando diversas formas de reflexología en América, África y el lejano Oriente.

No obstante, uno de los pioneros de la reflexología moderna fue el doctor William Fitzgerald (a principios del siglo XX) que observó como los nativos americanos utilizaban técnicas de presión en unos puntos muy concretos para aliviar el dolor y decidió experimentar con sus propios pacientes estas técnicas, con el resultado del descubrimiento de las líneas de energía que recorren el cuerpo, lo que formó las bases de la moderna reflexología. 

Sus estudios los continuó el Dr. Joseph s. Riley con la asistencia de Eunice Ingham (enfermera y fisioterapeuta) a principios de los años 30. Equipararon los pies con la anatomía del cuerpo.

Eunice Ingham dejó su trabajo en el hospital para dedicarse exclusivamente a estudiar esta nueva terapia zonal y sus efectos, elaborando gráficos detallados de las zonas reflejas. Sus escritos siguen siendo la base de la reflexología de hoy en día.

Beneficios:

  • Reduce los efectos del estrés, el miedo, la ansiedad y la frustración
  • Libera tensiones, relaja la musculatura y afloja las contracturas
  • Potencia el sistema inmunológico
  • Reduce los dolores menstruales, regula los ciclos y ayuda en el correcto funcionamiento de las gónadas (endometriosis, ovarios poliquísticos, prostatitis…)
  • Regula la función del sistema endocrino
  • Estimula la energía procreativa
  • Alivia molestias, dolores y malestares en general al promover la producción de endorfinas (analgésicos naturales que produce nuestro cuerpo)
  • Reduce las inflamaciones al estimular los corticoides naturales del cuerpo (antiinflamatorios)
  • Estimula la respiración y la circulación, tanto la sanguínea como la linfática
  • Mejora los movimientos intestinales
  • Elimina las impurezas y las sustancias toxicas del cuerpo
  • Mejora el sistema nervioso
  • Ayuda a regular la tensión arterial y la actividad metabólica
  • Aumenta la vitalidad y la confianza
  • Mejora la calidad del sueño
  • Revitaliza la mente, el cuerpo y el alma
  • Promueve la liberación los bloqueos emocionales
  • Estimula el libre flujo energético y restituye los niveles de energía

Efectos de la reflexología:

  • Circulación: El estrés, las tensiones, la ansiedad, las malas posturas o los zapatos inadecuados restringen el flujo sanguíneo y obstaculizan el correcto funcionamiento. Cuando la circulación sanguínea o la linfática son deficientes, el oxígeno, los nutrientes y las células defensivas tienen dificultades para llegar a su destino. Del mismo modo, las toxinas, los lípidos y los productos de desecho tampoco se eliminarán correctamente. La reflexología ayuda a mejorar la circulación del cuerpo en general, con lo que colabora en la prevención de enfermedades. 
  • Piel: Al estimular adecuadamente el flujo sanguíneo, mejorar la eliminación de toxinas y regularizar el sistema nervioso, el estado de la piel mejora, reduciendo problemas como el envejecimiento prematuro, el acné, la producción de sebo, los eccemas, los brotes de psoriasis…
  • Huesos: Se favorece la distribución y absorción de la vitamina D y minerales necesarios para tener un esqueleto saludable. Al estimular las endorfinas (analgésicos naturales), ayuda a calmar los dolores musculares y articulares asociados con diferentes patologías como la artrosis, la artritis, reuma, tendinitis, bursitis… También ayuda a mejorar la movilidad y acelera el proceso de curación en fracturas.
  • Digestiones: Al movilizar los intestinos y limpiar el colon, se facilita la excreción de los desechos y se promueve una adecuada absorción de los nutrientes. Esto nos dará un mayor bienestar y nos ayudará en el control de los niveles de colesterol.
  • Hormonas: Cuando se estimulan las glándulas endocrinas se puede ayudar en la distribución y el equilibrio de las hormonas del cuerpo. Esto puede favorecer los niveles de energía, los estados de ánimo, el control de los hábitos alimenticios, aliviar los procesos menstruales o los trastornos de la menopausia, controlar los niveles de glucosa en sangre, aliviar los procesos inflamatorios, mejorar las relaciones sexuales…
  • Pulmones: Mediante la relajación del diafragma, los pulmones pueden aumentar la capacidad de aire aspirado y de productos de desecho espirado. Al mejorar la respiración hay una mayor distribución de oxigeno, de esta forma se facilita la recuperación de trastornos respiratorios como el asma, la bronquitis, la gripe, catarros…
  • Riñones: Estimulando el aparato urinario se favorece la eliminación de desechos y de sodio a través de la orina, facilitando el buen funcionamiento de los riñones y reduciendo la retención de líquidos. Así se puede combatir las diferentes infecciones del tracto urinario como la cistitis.
  • Sistema reproductor: Al equilibrar las hormonas, se crea un esperma más saludable y se facilita unos ciclos menstruales más regulares. También ayuda con diferentes trastornos sexuales al favorecer la circulación, equilibrar el sistema nervioso y mejorar la autoestima.

La reflexología es acumulativa: cuantas más sesiones se reciben, mayor es el efecto. 

¿Cómo actúa?

Nuestro cuerpo está regulado por un equilibrio energético que, por diferentes motivos, se altera y crea una descompensación. La manifestación dolorosa  y la presencia de cristales compuestos por ácido úrico, calcio, toxinas y deshechos en las zonas reflejas constituyen la primera señal de alarma de una situación de desequilibrio energético. 

Se manipularan los puntos donde se han acumulado estos cristales para romperlos y que puedan ser eliminados. Cuanto más afectada esté la zona, más debe trabajarse sobre ella para disolver estos cristales.

¿Quién puede beneficiarse de la reflexología?

Todos pueden beneficiarse de las múltiples ventajas de esta terapia. 

También:

  • Bebés y Niños: Sus energías son más limpias y no llevan sobre sus espaldas la sobrecarga emocional que se va acumulando con los años, por lo que reaccionan a la terapia con más rapidez.
  • Personas mayores: Con los años nuestras energías corporales se ven afectadas por las preocupaciones, las enfermedades, dietas inadecuadas, malas posturas, estrés…  Esto hace que vayamos acumulando toxinas en nuestro organismo. El objetivo de la reflexología es eliminarlas e ir restableciendo un sistema corporal con más energía, más alegre y más eficiente.
  • Enfermos terminales: En estos casos, la reflexología puede ayudar para que cualquier dolor sea más soportable, a mejorar el sueño, a elevar el estado anímico y a reducir los efectos colaterales de la medicación.
  • Deportistas: Se trata de preparar al organismo antes de una actividad deportiva para aliviar la tensión psicológica de la competición, estimular los órganos para situarlos en el nivel más alto e intentar prevenir lesiones y efectos secundarios.

¿En qué consiste una sesión de reflexología?

Consta de los siguientes pasos:

  • Una palpación de todo el pie para facilitar la circulación energética.
  • Manipulaciones y movilizaciones para promover la circulación de energía obstruida, descargar la tensión acumulada en los pies por el peso de nuestro cuerpo, movilizar el sistema linfático, activar la circulación sanguínea y preparar los pies para la sesión de reflexología.
  • Realización de una inspección en detalle de todo el pie en busca de los puntos dolorosos, sensibles, desequilibrados, que presenten un exceso de toxinas o de energía residual y trabajar sobre ellos. Esto nos permitirá evaluar el estado general y decidir el mejor protocolo a seguir, la intensidad, frecuencia y duración en función de la sintomatología.
  • Se cierra la sesión con un ligero masaje relajante para integrar el trabajo realizado.

Cómo cada persona reacciona de forma diferente y no hay reglas fijas, se pueden ir aportando modificaciones en el protocolo de la sesión según las necesidades y la evolución de los síntomas.

El masaje se realiza utilizando aceites naturales 100% y aceites esenciales para el apoyo y la potenciación del tratamiento.

Contraindicaciones absolutas:

  • Enfermedades contagiosas
  • Fiebre
  • Gangrena
  • Primer trimestre del embarazo o en embarazos de alto riesgo
  • Trombosis, flebitis o linfagitis
  • Afecciones micóticas de la piel (hongos, papilomas, pie de atleta…)

Contraindicaciones relativas:

  • Insuficiencia renal
  • Afecciones tumorales
  • Taquicardia
  • Dolor abdominal inespecífico

Consideraciones a tener en cuenta:

El masaje debe realizarse fuera de las horas de digestión preferiblemente.

Avisar antes de realizar la sesión  si se tiene la menstruación o si cree que puede estar embarazada.

Un reflexólogo no es un médico. Se basa en los diagnósticos realizados por un médico y propone una terapia orientada a reequilibrar el organismo y facilitar su autocuración. 

En ningún caso deberá dejarse ninguna medicación ni tratamiento sin consultarlo con su médico.

En definitiva, la reflexología genera una oleada de energía que rejuvenece el cuerpo, disipa los impedimentos emocionales y establece un estado de paz interior en el cual puede recuperarse y mantenerse un estado saludable de una forma natural.

Reserva ya tu sesión aquí.

Roser Vilar Orellana

Terapeuta Holística y Reflexóloga (nº9656)

 

 

 

 

 

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